El hábito tabáquico se ha ido introduciendo en la sociedad hasta ser, por consecuencia, un acto aceptado y ,en algunas épocas, hasta bien visto entre nosotros.
Por mucho que digamos, todos los fumadores sabemos los efectos negativos que tiene el tabaco sobre nuestro cuerpo, pero parece que el placer que da dar una calada a un cigarrillo gana a todos esos puntos negativos que tiene esta droga. Ese ''placer'' que los fumadores sentimos al entrar el humo en nuestro cuerpo, solo dura unos cuantos minutos, después son todo contras.
Cuando inhalamos el humo del tabaco, realmente no sabemos lo que introducimos en los pulmones. Los componentes del tabaco son: nicotina, que es una droga que actúa como estimulante del sistema nervioso y que causa la dependecia y adicción; el monóxido de carbono, que inhibe el reparto de oxígeno por todo el cuerpo al actuar directamente sobre los glóbulos rojos; alquitrán, es el componente más tóxico del tabaco y está estrechamente relacionado con el cáncer de pulmón y otros tumores; y los gases irritantes del tabaco que provocan faringitis, amigdalitis y otras patologías respiratorias. ¿De verdad nos merece la pena?
Pero no todas las consecuencias del hábito de fumar son físicas, sino que también existen consecuencias estéticas como el olor corporal, ya que el olor del tabaco se adhiere facilmente a la ropa, piel, manos... la caída del cabello, las arrugas, halitosis, la dicromía de los dedos debido a la acumulación del monóxido de carbono en los dedos causando un color amarillento y olores asquerosos. Las consecuencias económicas también son importantes de mencionar ya que los fumadores habituales gantan aproximadamente 50 euros semanales y supondría un gasto de 2000 euros anuales.
Debido a todos estos puntos negativos deberíamos considerar cuales son nuestros principìos y si realmente una satisfacción de 2 minutos nos resulta más benéfico que toda una vida de enfermedad a causa de una costumbre tan atroz.
.jpg)
