viernes, 14 de diciembre de 2012

La respiración en los humanos es un acto reflejo, pero en los delfines NO.


Para descansar, los delfines desconectan uno de los hemiferios de su cerebro, mientras el otro, que permanece “prendido”, controla funciones vitales como la respiración. Así, mientras duerme, flota de costado con un ojo abierto y una de sus aletas asomando de la supercicie del agua; 20 minutos después, cambia de posición. Esta estrategia le permite descansar hasta ocho horas diarias, en lapsos que van desde varios minutos hasta un par de horas.
Así, estos animales duermen con la mitad del cerebro despierto.

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